LOS DESCAMISAOS

 

A CUATRO DÍAS de la anunciada y definitiva desaparición de El Día de Ciudad Real, el periódico publica una foto en su portada de hoy que llama poderosamente mi atención. Vaya el siguiente comentario como homenaje a todos los compañeros que día a día, se han esforzado por sacar adelante un producto digno en medio de las penurias y el indigno control ejercido desde el poder autonómico, cosa que no les ha facilitado precisamente la labor.

Pero vamos al tema. En la imagen aparece la plana mayor del PSOE de Castilla La Mancha avanzando con paso firme entre sonrisas y gestos distendidos como si nada hubiera pasado. Los miro atento, y de repente caigo en la cuenta de qué es lo que quería decir José María Barreda cuando en las empalagosas entrevistas a las que a menudo estaba abonado, se refería al "torpe aliño indumentario" en su manera de vestir. Después de la estrepitosa derrota les veo a todos descamisaos, en una nueva reedición del glorioso término acuñado por el guerrismo del siglo pasado y que cobra vigencia a raíz de la debacle electoral del 22M.

Pienso que el primer efecto del tsunami de votos en la nueva imagen que el grupo nos muestra, ha sido la caída de las corbatas de las gargantas socialistas, afónicas de poder, quizás porque desde el domingo ya no les llega bien el nudo al cuello y necesitan más oxígeno para respirar. A todos, menos a uno. El reelegido alcalde de Toledo, Emiliano García Page, el único vencedor de la negra noche de mayo que cercenó las aspiraciones de poder, y al que la guadaña no se llevó por delante, que aparece de manera paradójica con semblante serio, encorbatado y concentrado en si mismo ajeno a la fingida pose de sus compañeros de filas. Sopesando su nuevo papel de futuro en el partido.

A Barreda le noto la última semana algo más despeinado que de costumbre en sus apariciones públicas, como si la inesperada derrota hubiera llenado su tiempo de urgencias, sin apenas un minuto para mesarse el cabello plateado maltratado por la derrota.

La torva media sonrisa de los Barreda, Bono, Josele Caballero y compañeros mártires del compás, me pone un punto de inquietud. Y no sé por qué. Pero me inquieta.